Familiares y amigos: no corrompáis

Llevo un tiempo sin escribir ninguna entrada como tal (falta de tiempo, mea culpa ? ) y la próxima que tenía preparada (al menos en mente) no tenía nada que ver con lo que hoy voy a tratar, pero es lo que veo en consulta lo que me hace ponerme a darle a la tecla.

Creo que ya he dicho en alguna entrada anterior que este blog está destinado a pacientes más que a compañeros de profesión (aún estamos un poco verdes para eso ?), pero este post va destinado a los familiares, amigos, compañeros de trabajo o al entorno de aquellos pacientes que siguen un tratamiento o pautas nutricionales.

Lo veo con mayor frecuencia en obesidad, pero también se puede encontrar en otras patologías (sí, la obesidad es un patología, como la diabetes, aunque nos parezca menos grave. En serio, no lo es).

Se trata de la la doble moral con la que tratamos a una persona cuando tiene que cuidar su alimentación o llevar unas pautas específicas.

¿QUÉ COMO ACTÚA ESTA DOBLE MORAL?

(A partir de este punto me voy a centrar en la obesidad ya que es dónde más frecuente veo este comportamiento)

PARTE 1: ESTAS GORDO

Con mayor o menor frecuencia (mayor casi siempre), el entorno de una persona con obesidad siente un impulso irrefrenable de comunicarle su exceso de peso.

Primero nos deberíamos plantear si es necesaria esta comunicación, sobre todo cuando no se pide opinión. Y segundo, hay que ver las formas. Frases como «no te pongas esos pantalones que te hacen gordo» a lo mejor no es la forma más sutil de comunicar a una persona que tiene un exceso de peso. Y menos si se repiten a diario.

PARTE 2: COME MÁS 

Después está la otra parte: el cebamiento.

Cuando hay una comida fuera, o un cumpleaños, o hay partido, o vermut, o el niño ha sacado buenas notas (This is Spain ??, todo se celebra comiendo o bebiendo) y se repite como un mantra al paciente:

  • Come de esto
  • Tienes que probar esto
  • ¿Ya no quieres más?

Y mi preferida: «POR UN DÍA NO PASA NADA» …¿really? 

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Pues sí, a veces pasa. No por la ingesta de ese día en sí (si llevas una pautas adecuadas y tienes unos hábitos saludables, evidentemente lo que comas 1 día no va a condicionar tu salud). Pero debemos de pensar que a veces con el «POR UN DÍA NO PASA NADA» se abre la veda a echar por tierra algunos hábitos.

En ocasiones es difícil de comprender, pero en patologías como la obesidad, sobre todo al inicio del tratamiento dietético o de cambio de hábitos, un día de «POR HOY NO PASA NADA» puede condicionar el comportamiento alimentario del resto.

Y es que después de una ingesta que el paciente cree que no debería haber realizado de esa manera, viene el sentimiento de culpa, el mandarlo todo a la mierda, o el no verse capaz…O puede que no, que todo siga igual, pero por eso debe ser el propio paciente el que tome la decisión, sin sentirse condicionado o presionado.

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Así que, por favor, no corrompáis. Dejad que cada persona sea libre de elegir su alimentación, de seguir unas pautas y en serio, ya les contamos nosotros que una sola ingesta no va a condicionar el tratamiento nutricional que lleven (a excepción de alergias u otras patologías, que mira, aquí lo mismo sí), no hace falta que les reforcéis ese mensaje.

¿Mensajes que molan y se agradecen? Los de apoyo. Que una persona que tiene que hacer un esfuerzo para cambiar de hábitos (aumento de la actividad física, disminución del consumo de refrescos, alcohol, aumento del consumo de verduras, etc) se sienta apoyado es de lo mejor que le puede pasar para que el tratamiento y el cambio vayan más que bien 😀

Apoyarle con la actividad física (que por favor, pueda sacar un hueco para ella), el aumento del consumo de verduras y frutas global de la familia (en serio, que no va a pasar nada porque todo el mundo coma más verdura y fruta), el disminuir la presencia de dulces, chucherías en casa o en el trabajo, no introducir en el lista de la compra alimentos superfluos (patatas fritas, galletas saladas, etc) pueden hacer más por el paciente que las pautas que les demos nosotros. 

Así que si queréis que se cuiden…echadnos una mano…más apoyo y menos lecciones  ?

Rocío Diago Ortega

Dietista – Nutricionista DcienciaSalud